The Kid, 100 años de esta obra maestra de Charles Chaplin
Charles Chaplin estrenó El chico el 6 de febrero de 1921 en los cines de Estados Unidos. Fue un hito en la joven historia de la cinematografía; no sólo porque se tratara del primer largometraje del entonces ya célebre cineasta británico de la mano de su vagabundo Charlot sino porque, sin dejar de lado el humor ni descuidar la tensión narrativa, la película apelaba a la emoción como ninguna otra lo había hecho hasta entonces.
DOLOR, HUMOR, DRAMA
El planteamiento es desgarrador. Una madre despreciada por el padre de su hijo abandona a la criatura en el coche de una familia de ricos. Enseguida, el azar vuelve a cambiar el destino del niño, que no llega a la mansión donde la madre quería que creciera. Charlot encuentra al pequeño y se ve obligado a darle acogida. Lo educa a su manera, con cariño y sin medios. A los cinco años, el chaval es más listo que un ajo. Pronto surgen los problemas con las autoridades. La narración es movida y dramática. Y llama la atención cómo Chaplin se las arregla para intercalar los gags humorísticos de su vivaz y escurridizo personaje con ese dramón que nos está contando. Las escenas de aventura de Charlot y el gañán en que ha convertido a su hijo adoptivo se intercalan con otras de lágrima viva, sobre todo cuando vemos a la madre en su evolución hacia el éxito y su creciente nostalgia por el hijo al que dejó tirado. El bien y el mal se confunden. Todo se complica y enreda. ¿Podría el final no ser feliz?
LA TRAGEDIA DE CHAPLIN
El chico de la película es en gran medida Chaplin, su biografía y sus circunstancias. Pues también él fue un niño abandonado, con una padre alcohólico que no se ocupaba de él y una madre con graves problemas psíquicos que tampoco podía hacerlo. Así que una parte de la infancia la pasó el joven Charles de orfanato en orfanato con su medio hermano, Sidney. El rodaje y estreno del filme coincidió además con una época especialmente sombría para el artista. En 1919 había perdido al hijo que tuvo con su primera esposa, la actriz Mildred Harris, de 16 años, de la que el cineasta reconoció que no estaba enamorado. El bebé sólo vivió tres días. Y la pareja se divorció en 1920. Con gran escándalo. Ella le acusó de crueldad mental, y él aseguró que Harris le era infiel.
CUANDO CHARLIE HALLÓ A JACKIE
El Chico jamás hubiera sido posible si Chaplin no llega a descubrir por casualidad a su pequeño coprotagonista. Tras varios castings infructuosos encontró a Jackie Coogan una noche que acudió a un teatro de variedades en Los Ángeles . Tras la actuación del bailarín Jack Coogan, apareció en el escenario su hijo de cuatro años, que encandiló a la audiencia con unos divertidos pasos de baile. “El público disfrutó lo indecible. Hiciera lo que hiciese, el niño tenía una personalidad atractiva”, escribió Chaplin en su autobiografía. El chiquillo desplegó su magia en cuanto pisó el rodaje, pícaro y tierno, enfundado en un ancho peto de tirantes y con una gorra sobre su lacio cabello. La conexión con Chaplin fue inmediata y la química traspasaba la pantalla. Tras el éxito de la película, Coogan se hizo mundialmente famoso y se convirtió en la primera estrella infantil del séptimo arte. Luego llegarían Oliver Twist y E y antes de cumplir los 15 años su madre y su padrastro dilapidaron toda su fortuna. La Ley Coogan se creó para proteger a los niños artistas. Su carrera languideció hasta el punto que solo recuperó popularidad encarnando al grotesco tío Fétido de la serie de los 60 La familia Addams .
Fuente: La Vanguardia –