UNSL 5 mentiras y 5 verdades sobre las universidades públicas
A partir de un trabajo que llevaron adelante las Universidades Nacionales de San Martín y de Hurlingham, las universidades públicas de Argentina se pronuncian ante la difusión de una serie de mentiras que nos involucran. Es falso que las universidades inventen estudiantes para cobrar más fondos; es falso que los pobres no estén en las universidades; es falso que no se audite lo que las universidades gastan; es falso que los salarios en las universidades estén por encima del sector público en general; y es falso que la Ley de Financiamiento Universitario atente contra el equilibrio fiscal.
A continuación te compartimos cinco (5) mentiras y cinco (5) verdades sobre las universidades públicas:
Las mentiras
- Inventan estudiantes para cobrar más fondos.
- Los pobres no están en las universidades.
- No se audita lo que gastan.
- Los salarios están por encima del sector público en general.
- La Ley de Financiamiento Universitario atenta contra el equilibrio fiscal.
Las verdades
1. Inventan estudiantes para cobrar más fondos
En Argentina el presupuesto universitario no se asigna a las universidades por cantidad de estudiantes. Se actualiza según el último presupuesto consolidado y tienen en cuenta varios componentes como salarios docentes y nodocentes, gastos de funcionamiento e inversión para ciencia y tecnología.
2. Los pobres no están en las universidades
El 48.5 % de los/as estudiantes inscriptos/as en materias de 2024 están por debajo de la línea de pobreza (EPH – INDEC). Casi siete (7) de cada diez (10) alumnos/as de los/as dos (2) millones que componen el sistema universitario público argentino, tienen padres y madres que no fueron a la universidad: son la primera generación de su familia en acceder a la educación superior.
3. No se audita lo que gastan
Los gastos de las universidades se componen en un 90 % en salarios (registrados) y un 10 % en gastos de funcionamiento (servicios públicos, limpieza, seguridad, seguros, reparaciones y un mínimo equipamiento) que se rinden.
Las universidades son las entidades del sector público más controladas y auditadas (incluso lideran el ranking que elabora la Agencia de Transparencia de la Jefatura de Gabinete de la Nación). Tienen auditorías internas propias y externas del Congreso de la Nación, más evaluaciones de gestión propias y externas de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Todos los meses entregan al Ministerio de Capital Humano su información de personal y presupuesto.
4. Los salarios están por encima del sector público en general
Los/as trabajadores universitarios/as perdieron más que ningún/a otro/a asalariado/a desde diciembre de 2023, incluso más que los/as empleados/as públicos/as del Estado Nacional. Los salarios de más del 85 % de los/as docentes de las Universidades Nacionales están por debajo de la línea de pobreza, mientras que más del 60 % de las y los nodocentes se encuentran en esa misma situación. La pérdida de poder adquisitivo de los/as trabajadores universitarios/as durante el 2024 fue de más del 30 %.
5. La Ley de Financiamiento Universitario atenta contra el equilibrio fiscal
La Ley de Financiamiento Universitario aprobada en ambas cámaras del Congreso de la Nación por amplia mayoría, representa apenas el 0,14 % del Producto Bruto Interno (PBI). Similar, por ejemplo, a lo que el Gobierno dejó de percibir por bajar los bienes personales, una medida que benefició a sectores sociales de altos recursos. Por otro lado, ese 0,14 % se podría financiar con el superávit financiero anual acumulado.
Fuente: Prensa – UNSL