La Casa Blanca anunció un «Acuerdo Marco» comercial con la Argentina que jaquea a la industria nacional
La Casa Blanca anunció un Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con la Argentina, con el objetivo de «fortalecer la relación económica bilateral, fomentar la apertura de mercados y promover la cooperación en áreas estratégicas».
El anuncio llegó en el marco de las reuniones que en Estados Unidos vienen teniendo el Canciller Pablo Quirno y su par estadounidense, Marco Rubio. Según el comunicado «el acuerdo busca establecer condiciones claras, estables y basadas en reglas para el comercio y las inversiones entre ambos países y se apoya en las reformas que Argentina ya puso en marcha para modernizar su economía. La iniciativa contempla beneficios arancelarios, apertura de mercados agrícolas e industriales, estándares regulatorios comunes, protección de la propiedad intelectual y cooperación en áreas como trabajo, medio ambiente y comercio digital».
Al mirar los primeros trazos, el acuerdo parece favorecer más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará «acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas». A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para «ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados» y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto puede implicar un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
Fuente: Tiempo Argentino

