Las medidas de austeridad tomadas en los primeros 113 días de gobierno
Por supuesto que el gobernador Claudio Poggi no le esquivó el bulto a la hora de repasar las medidas, algunas dolorosas, que tuvo que tomar en estos primeros 113 días de gobierno debido al estado calamitoso en el que encontró las finanzas públicas.
“Declaramos la emergencia pública en materia económica, financiera, administrativa, social, alimentaria, sanitaria, educativa, y de seguridad por el término de un año, prorrogable por un año más”, recordó, además de “congelar la planta de personal al 30 de noviembre, ya que nos auto limitamos y no designamos un empleado más”.
Para conocer la realidad, debido a la falta de una transición por la negativa de la administración saliente, tuvo que realizar un censo presencial de empleados públicos. “Respetados empleados públicos que todos los santos días de su vida concurren al trabajo y lo hacen con total responsabilidad, ‘conocieron’ a nuevos empleados públicos que se presentaron ese día del censo. O sea que antes no habían asistido nunca a su lugar de trabajo; otros ni se presentaron al censo, no les dio la cara. Inclusive algunos que estaban viviendo desde hace años en el exterior, todos cobrando su sueldo. Por supuesto que se dieron de baja todos esos casos”, contó el Primer Mandatario, quien congeló la nómina de beneficiarios de planes sociales al 30 de noviembre”.
Con los planes sociales ocurrió lo mismo, también hubo un censo presencial. “Uno de los beneficios sociales es la beca 22 AG, dirigida a jóvenes de 16 a 30 años. Al 10 de diciembre ascendían a 19 mil los que venían cobrando la beca, del censo surgió que 2.861 superaban la edad de los 30 años (es decir no cumplían los requisitos) y 3.208 ni se presentaron al censo. Todos venían cobrando, por supuesto; es decir que de los 19 mil becados, 6 mil se dieron de baja en diciembre, quedando 13 mil, a quienes les vamos a mantener la beca y por primera vez será destinada para que completen sus estudios primarios, secundarios o superiores o se inserten en el mundo laboral”, anunció.
El tercer censo fue el del parque automotor. “La mayoría estaba fuera de servicio, muchos desmantelados o para remate. Tuvimos que ir a buscar a muchos lugares de la provincia vehículos que eran de propiedad del Estado y que se usaban para fines particulares. Más aún, nos dejaban algunos autos con las llaves puestas en la puerta de la Casa de Gobierno, o en lugares descampados, personas anónimas que se ve que venían usando los autos. Un desastre”, calificó el Gobernador, quien agregó que “se realizarán dos remates de vehículos fuera de servicio, el primero será el próximo 8 de junio con 450 unidades, o mejor dicho de lo que quedó de ellas, y el segundo remate a definir la fecha en meses posteriores. Estos remates se realizarán en el marco de un convenio suscripto con el Colegio de Martilleros de la provincia”.
La situación obligó a la nueva gestión a realizar un fuerte plan de austeridad en el gasto público superfluo. Recortó “en materia de cantidad de funcionarios públicos, de viáticos, de uso de autos oficiales, de privilegios como la contratación de aviones privados para movilidad del Gobernador. Y se eliminó del presupuesto provincial la figura de los gastos reservados que tenía el Gobernador, que son gastos sin rendición. También se suspendió la pauta publicitaria por todo este lapso de tiempo, y los auspicios económicos a eventos y fiestas provinciales. Solo se ayudó con sonido y músicos que son parte del ministerio de Cultura de la Provincia”.
Finalmente, en materia de obras públicas, “se rescindieron algunas por montos millonarios, contratadas pocos días antes del cambio de gobierno, que no solo no tenían partida presupuestaria suficiente en la Ley de Presupuesto 2024, sino que antes del 10 de diciembre habían cobrados anticipos financieros. Se recuperaron esos anticipos financieros para las arcas de la Provincia, tarea que seguimos haciendo hasta hoy”, aseguró el Gobernador.
Fuente: ANSL