Un «Fútbol para Todos», pero será compartido
El sábado llegó desde El Calafate la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y trascendió que los derechos de televisación del fútbol será uno de los temas que tiene en su carpeta de trabajo. Lo que pregona el jefe del Estado, según trascendió, es no reconocer la fusión ESPN-Fox y que Disney desinvierta. En esa misma sintonía estaría la presidenta del Senado, quien ya pidió informes sobre el caso a sus allegados y estos aseguran que le sobran motivos para presionar un pronunciamiento de la Secretaría de Comercio que vaya en el mismo sentido que el dictamen de Defensa de la Competencia y termine en la impugnación del capítulo local de una megafusión global.
En el informe se cuestiona la posición dominante del gigante que concentra el 64% de las señales deportivas por televisión paga. Si bien en el Gobierno hay posturas diferentes, tanto Alberto como Cristina mantienen una idea en común sobre el tema y el problema se suscitaría con funcionarios de segunda línea. Hay quienes consideran en el Frente de Todos que el Gobierno no se tiene que inmiscuir en el tema y buscan un acercamiento con Disney para no impugnar la megafusión ESPN-Fox, a cambo de pasar cuatro partidos por la TV Pública.
En ese sector de funcionarios se encuentran el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, con una especial sintonía con Lerner y llegada indudable a Pablo Toviggino, la mano derecha de Tapia en la AFA; el secretario de Medios, Francisco “Pancho” Meritello, y el dirigente de La Cámpora Santiago Carreras, éste último, representante de Máximo Kirchner en el ámbito del fútbol, quien además es sindicado como uno de los promotores más entusiastas de la fusión. Seguramente no será una decisión fácil para la vicepresidenta porque de denegar la fusión ESPN-Fox beneficiará -en principio- a DirecTV y Tele Red Imagen S.A. (TRISA), cuya propiedad pertenece en un 50% al Grupo Clarín, empresa con la cual siempre mantuvo abierto un frente de conflicto. Sin embargo, impugnar la fusión sería algo conveniente tanto para Clarín como para el Gobierno. Para el grupo empresario periodístico porque Disney no se quedaría con todo el negocio del fútbol, ya que de lo contrario hasta podría llegar a perder en un futuro los derechos que tiene sobre las transmisiones de la Selección y de los partidos de Ascenso.
Del otro lado, el Gobierno no estaría permitiéndole a un amigo muy cercano a Macri extender sus tentáculos para en un futuro convertirse en un nuevo monopolio del deporte. Además, le mandaría un mensaje a Clarín para que invierta si quiere participar por el restante 50% de la televisación de los partidos junto a TNT, que tiene el otro 50%. Pero en esta zaga de intereses por la otra mitad de los derechos se encuentran otros grupos.
El mencionado Alberto Pierri con Telecentro. El 9 de diciembre pasado, mientras la negociación entraba en zona de definiciones, Pierri le envió a la AFA una oferta que nadie pudo superar. Ofrecía un plan de pagos para entregar 35 millones ese mismo mes y los restantes 20 millones en junio de 2021. Al exdiputado justicialista lo habría acercado a la AFA Marcelo Tinelli, quien luego a pedido de Tapia fue desplazado de las negociaciones para que la casa madre del fútbol argentino cierre el acuerdo con Disney en forma inesperada para todos.
También entre los pretendientes aparece el Grupo Octubre, de Víctor Santa María y Santiago Carreras, con su canal IP; el Grupo América, de Daniel Vila y José Luis Manzano, con América TV y A 24 y DirecTV y Tele Red Imagen S.A. (TRISA), de Clarín. Quienes conocen en profundidad a la vicepresidenta saben que Cristina continúa reivindicando el “Fútbol para Todos”. Sin embargo, su astucia para no caer en errores del pasado y no ser apuntada por sus detractores que la acusaban en su mandato de haber gastado plata del Estado para el fútbol está llevando a elucubrar la idea de hacer participar al Gobierno como socio del otro 50%, pero sin aportar capital.
¿Cómo sería la cuestión? Que el dinero lo ponga una o varias empresas, pero que todos los partidos que componen el 50% sean televisados por la TV Pública. Obviamente que los potenciales interesados no están de acuerdo con esta posibilidad y pretenden que los encuentros sean transmitidos por sus respectivas señales. Otra alternativa, que plantearía el Gobierno es que las previas y los post partidos se vean por la señal o las señales que se adjudicaron la otra mitad de los derechos o directamente televisarlos en forma conjunta con la TV Pública. De esta forma, se retornaría a una nueva modalidad de “Fútbol para Todos”, por el que siempre pregonó el kirchnerismo.
Ganadores y perdedores
Desde el punto de vista dirigencial deportivo, la decisión gubernamental de vetar la fusión ESPN-Fox, dejaría ganadores y perdedores. El que cargará seguramente con el mayor peso de la derrota será el presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, quien inexplicablemente terminó privilegiando a The Walt Disney Company Latin América y firmar una adenda de un contrato que había rescindido en octubre pasado con el argumento de que la empresa no había informado su fusión con Twenty-First Century Fox. Lo hizo de repente y por un monto que, en los papeles, es de 45 millones de dólares y extiende los derechos