Universidades y Garrahan: crónica de la lucha que tendrá su Marcha Federal
Lejos de una real autocrítica post 7S, el presidente Javier Milei decidió apretar el acelerador, y nadie sabe qué hay más allá. En su peor momento de gobierno, con internas, crisis, causas judiciales, economía en números rojos y oposición en avance, decidió vetar las leyes de financiamiento universitario y de emergencia pediátrica, logrando que ambos sectores se unan en una sola lucha. El miércoles se verá en la calle: mientras adentro del Congreso tratarán los vetos, afuera se producirá la tercera Marcha Federal, con las facultades y el Garrahan como banderas.
Pero el Ejecutivo tiene dos problemas, que demuestran la intencionalidad puramente política e ideológica de los vetos: las leyes no representan una erogación extraordinaria del presupuesto y afectan a sectores con amplio apoyo popular.
Una encuesta de Zuban Córdoba refleja que el 94,6% de los argentinos tiene una imagen positiva del Garrahan. El 82,7% cree que es prioritario garantizar su financiamiento y funcionamiento. Y el 78,5% considera apropiado el reclamo de presupuesto y salarios de sus trabajadores: “Solo un 16% lo ve inapropiado”.
“El déficit cero no se negocia”, es la respuesta del Gobierno. ¿Pero cuánto hay de cierto? La Ley de Financiamiento Universitario propone reasignar partidas, no “imprimir más billetes”. Y aún así, el costo fiscal sería “de apenas 0,1% del PBI. Es insignifcante si lo comparamos con el impacto de la baja de bienes personales, que es del 0,4 por ciento. Es inexplicable el veto de Milei”, asegura Piera Fernández, ex presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA).
Si bien la inversión en equipamiento y bienes de capital para ciencia cayó 65% en dos años, el epicentro del reclamo universitario es la pérdida salarial. Según un informe del Grupo EPC-CIICTI, las y los docentes e investigadores universitarios ya perdieron un 29,1% de su sueldo con Milei. En el caso del Garrahan, la pérdida real del poder adquisitivo supera al 60% en casi dos años. Y las y los residentes pasaron a ser “becarios”. El viernes en conferencia, el personal del Garrahan alertó que ya se fueron más de 240 profesionales.
“El hospital hoy atraviesa una crisis inédita en su historia. Hemos sufrido renuncias de autoridades, la disolución del Consejo de Administración, el nombramiento de un director, Mariano Pirozzo, sin formación y con antecedentes de gestiones que resultaron en el desmantelamiento y cierre de instituciones de salud. Fue designado de manera arbitraria por el ministro Mario Lugones. A ello se sumó la intervención del área de comunicación con la designación directa de María Candelaria Perrelli, utilizada para atacar y desprestigiar, emitiendo notas en las que trataba de ‘ñoquis’ a todos los trabajadores”. Y enumeraron lo que está en juego: “La atención a los pacientes, los procedimientos, los equipos interdisciplinarios, los protocolos, la formación de nuevos profesionales. El rol del Garrahan en la red pediátrica de alcance nacional”.
El gobierno destruyó el sistema de becas de formación especializada, con “una consecuencia inédita en la historia del hospital”: más del 50% de las vacantes quedaron libres. Especialidades como Neumonología, Nefrología o Hepatología hoy no cuentan con nuevos ingresantes. En Hemato-oncología, que atiende al 40% de los pacientes oncológicos pediátricos del país, sólo se ocupó una vacante.
En diálogo con Tiempo, Rita Fernández, pediatra del Garrahan, subrayó: “El veto nos generó una sensación ambivalente. Por un lado lo esperábamos, pero teníamos alguna esperanza de que no sucediera. Porque nos parece que la causa Garrahan es muy justa y está muy instalada en el seno de la sociedad. La fortaleza que tenemos es que nos encuentra a los trabajadores muy unidos y que tenemos un gran consenso. Esperamos que el miércoles salga el rechazo a los vetos y se deje de producir la hemorragia de profesionales”.
Su colega, Norma Lezana, resaltó la unidad en la lucha: “Este presidente es enemigo de las infancias, de la salud pública y de la universidad, y vamos a vetarlo en las calles. El Garrahan y la universidad son una sola causa. Milei abrió una Caja de Pandora”.
Pettovello recargada
La actitud del Ministerio de Capital Humano post veto fue informar que denunciará judicialmente a las autoridades de la UBA por «impedir que el alumnado acceda al sitio oficial uba.ar» y que en su lugar hayan creado la web noalveto.uba.ar. “Las universidades deben garantizar el normal funcionamiento institucional”, aseguró la cartera de Sandra Pettovello sin mencionar el factor presupuestario.
ES SOLO UNA CUESTIÓN DE ELECCIONES
El argumento fiscal del Gobierno de que veta las leyes de universidades y emergencia pediátrica para no caer en déficit pierde sustento cuando se ven las prioridades.
El financiamiento universitario significaría apenas 0,1% del PBI. Insignifcante si se compara con la baja de bienes personales, que es del 0,4%.
Sólo en julio de 2025, por intereses de deuda, el Gobierno gastó casi 10 veces lo que “cuesta” la Ley de Financiamiento Universitario.
Entre la SIDE y la Secretaría de Comunicación de Adorni gastarán en 2025 el mismo monto que demanda el Garrahan.
Solo por lo que obtiene del impuesto al combustible el Gobierno tiene 155 mil millones que no utiliza.
En las últimas dos semanas, el Tesoro gastó más de U$S 520 millones para intervenir en el mercado cambiario y «pisar» el dólar. Tres veces más que el presupuesto de todos los hospitales nacionales.
Fuente: Tiempo Argentino