Sorpresa e inquietud en CGT: un ex-OSDE controlará las obras sociales

El gobierno de Javier Milei desplazó a la titular de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), Enrique Rodríguez Chiantore, a 45 días de haber asumido, y designó en su lugar a un exdirectivo de la prepaga OSDE. El corriemiento generó sorpresa e inquietud en CGT.

El movimento generó revuelvo en los sindicatos, por la relevancia que el organismo tiene en el control y regulación del sistema de salud y las obras sociales. Se trata de una estructura clave en la relación de los sindicatos y los gobiernos nacionales.

Rodríguez Chiantore, titular saliente de la SSSalud

José Luis Lingeri, secretario de acción social de CGT y dirigente a cargo de las negociaciones con los gobiernos por cuestiones referidas a obras sociales sindicales, confirmó a Mundo Gremial que no existió diálogo ni interlocutores con la central en la nueva designación. «Nos desayunamos del cambio viendo el Boletín Oficial», graficó el dirigente de Obras Sanitarias a este medio.

La salida de Rodríguez Chiantore, que había llegado al cargo apadrinado por Patricia Bullrich, se oficializó este jueves a través del Boletín Oficial. En su lugar fue designado Gabriel Oriolo, quien hasta hace meses ocupó el rol de Procesos y Sistemas de OSDE, la empresa de medicina prepaga más populosa del país.

Junto a Oriolo fue nombrado el médico Claudio Stivelman, en el cargo de Gerente General de la Superintendencia, en reemplazo de Nicolás Striglio, con fugaz paso por el organismo dependiente del ministerio de Salud de la Nación.

Gabriel Orioli, nuevo Superintendente de Servicios de Salud de la Nación

La noticia sacudió la mañana post paro general en la CGT, y abrió un escenario de incertidumbre entre los dirigentes que por estas horas buscan dilucidar el entretelón de los cambios, con sospechas de una estretegia para favorecer el «descreme» de las obras sociales.

La reforma en el sistema de obras sociales y el temor al «descreme»

La sorpresiva renovación de autoridades estaría relacionada a la reforma del sistema de salud impulsada por el presidente Javier Milei en el mega DNU 70/2023 que, entre otros puntos, elimina la obligación de los trabajadores de afiliarse a una obra social de la rama laboral y abre la posibilidad de optar por una prepaga.

Especialistas remarcaron que el proceso de “descreme” que sufrirán las obras sociales sindicales podría ser mayor al de la década del 1990.

 

El “descreme” es el proceso de desafiliación de las obras sociales, debido a que los afiliados de mayores ingresos podrían migrar a cualquier prepaga sin limitación y sin la obligatoriedad de pasar por las obras sociales sindicales.

Con la modificación dispuesta por el Gobierno Nacional, los afiliados a sindicatos no tendrán la obligación de cotizar en una obra social y podrán elegir aportar en una prepaga, “que obviamente va a tener una mayor estructura de marketing”, subrayó un especialista.

De acuerdo al análisis de fuentes consultadas por Mundo Gremial, el DNU de Milei propicia un escenario de competencia “absolutamente desigual y en desventaja” en desmedro de las obras sociales.

 

Fuente: Mundo Gremial

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