Villa de la Quebrada vivió un día histórico con el reencuentro de los feligreses y el Santo Cristo
Una multitud feliz compartió un domingo muy esperado y que tuvo un sabor especial. Todo eso englobó la jornada inaugural de la festividad religiosa más importante de Cuyo: la fiesta del Cristo de la Quebrada. Este domingo, la pequeña localidad del norte provincial vivió un día histórico por el reencuentro, después de dos años de pandemia, entre los feligreses y el Santo Milagroso.
En una jornada en la que un cálido sol acompañó, la gente disfrutó, además, de un día del Trabajador muy especial: en familia, entre amigos, rindiendo honores y visitando al Cristo de la Quebrada y de paso recorrió los puestos de venta, comparó precios, compró y también degustó de la oferta gastronómica que ofrecen cientos de comerciantes del ámbito gastronómico.
El operativo de seguridad, que distribuirá 1.200 efectivos durante toda la festividad, funcionó con éxito en el primer día porque a pesar de la gran cantidad de gente, la convivencia de la gente se desarrolla con normalidad y en un ambiente de mucha armonía y alegría.
Las calles del pueblo lucieron repletas de gente. Además de los puntanos, se vieron familias completas de visitantes mendocinos, sanjuaninos, cordobeses y pampeanos. Muchos llegaron para agradecer las gracias concedidas por el Santo Cristo. Otros tantos para pedir por salud, trabajo, protección familiar, amor o que les conceda la casa, el terreno o el auto tan anhelado.
En la localidad predominan los puestos de emprendedores artesanales que ofrecen desde ropa, abrigos, cuchillos, artículos para el agro, zapatillas, botas, accesorios para celulares, pelotas de fútbol o básquet, hasta pantalones o medias.
A la hora de comer la oferta es bien variada: va desde las pizzas, lomitos, choripanes o empanada hasta los pollos con papas fritas y porciones de asado. Mientras la gente almuerza, la comida es amenizada con la música de las guitarras que resuenan desde las playas de estacionamiento.
Nota, video y fotos: ANSL.