¿Es posible controlar el estrés?

La pandemia de la COVID-19 ha perturbado enormemente la vida de todos y producido mucho estrés. Es posible no haberse dado cuenta, pero el estrés le afecta la salud. Aquellos dolores de cabeza frecuente, problemas para dormir, cansancio, dolores musculares y malestares estomacales son solamente algunos ejemplos de los síntomas que el estrés causa en las vidas de las personas.

Según Craig Sawchuk, psicólogo de Mayo Clinic, todos tenemos un «medidor de estrés», o sea, un indicador que el cuerpo usa para mostrar cuánto afecta el estrés a la salud en general. «Se cree que la gente experimenta el estrés de forma física, o sea, lo siente en el estómago, en el sueño alterado o en mayor tensión. Aparece también en el ámbito emocional, a veces, con más irritabilidad o hasta con aplanamiento emocional. En ocasiones, trasluce en el pensamiento, sea en dificultades para concentrarse, en más preocupaciones o cavilaciones, y hasta en la forma de comportarse, ya que puede haber tendencia hacia el retraimiento o aumentar el consumo de comida o bebida. Por ello, es realmente importante prestar atención al medidor de estrés», aseveró Sawchuk.

Si presenta señales físicas de estrés, Sawchuk asegura que puede ayudar aplicar técnicas de relajación, como la meditación, la respiración abdominal o el masaje. Asimismo, es importante mantener una buena rutina para dormir y tener una alimentación balanceada. El ejercicio también alivia el estrés. De igual manera, hay que evitar el tabaco, así como el exceso de cafeína y de alcohol.

«Si tiene dificultades con el pensamiento, puede ayudarle llevar una especie de diario donde escribe sobre ellos y los cuestiona para intentar ver las cosas con más flexibilidad. Cuando notemos que estamos más retraídos, es bueno e importante prestar atención al asunto y fijarse como meta el buscar a otras personas sanas que forman parte de nuestras vida», agregó Sawchuk.

Además, es importante reconocer cómo otros también sufren los efectos del estrés y ofrecerles ayuda.

«Iniciar la conversación, cuando menos, para que se den cuenta del asunto, pero sin convertirlo en un pleito ni un conflicto. Solamente hay que decir algo como: ‘Sabes, he notado esto en tu comportamiento, ¿lo has notado tú también?’. Para muchos, solo tomar conciencia de que actúan de una manera particular o que responden de cierta forma les motiva lo suficiente para empezar a hacer ajustes y realizar cambios», concluyó el experto.

Fuente: Ámbito

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