Jujuy, epicentro del feminismo Empieza el 37º Encuentro Plurinacional de Mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries

Cómo será el primer Encuentro Plurinacional de Mujeres de la era de Javier Milei

La organización feminista en Argentina, admirada en el plano internacional, no surgió por generación espontánea. Tiene su columna vertebral en los Encuentros Plurinacionales, un evento autogestionado, autoconvocado y nómade que se mueve de provincia en provincia todos los años dejando más organización y poder feminista a su paso desde 1986. Este año llegarán a Jujuy entre 70.000 y 100.000 encuentreras para participar entre el viernes y el domingo del 37º Encuentro Plurinacional de Mujeres, lesbianas, trans, bisexuales, intersexuales y no binarios.

Desde este espacio, federal y diverso se empujaron campañas, acciones y articulaciones que luego quedaron plasmadas en leyes como el cupo femenino, la legislación contra las violencias machistas, los programas de salud sexual y reproductiva y el aborto legal. Para muchas, es la puerta de entrada al activismo feminista.

Una experiencia inédita en el mundo

¿A qué se parece un Encuentro Plurinacional de Mujeres? A nada. Se trata de una experiencia inédita en el mundo en el que las participantes se reúnen durante tres días en una misma ciudad para conversar, escuchar, formarse, participar de talleres, debatir, articular redes, construir agenda, intervenir en acciones culturales o simplemente estar juntas.

El primer Encuentro con mayúsculas se realizó en la Ciudad de Buenos Aires entre el 23 y 25 de mayo de 1986 en el Centro Cultural San Martín, en el medio de la efervescencia por la recuperación democrática. La iniciativa surgió de un grupo de mujeres de distintos partidos políticos que habían participado en 1985 en la III Conferencia Mundial de Mujeres de Nairobi, en Kenya, África. En la primera edición participaron mil mujeres de distintos colectivos, partidos, sindicatos, organizaciones,multisectoriales autogestionadas y autoconvocadas. Madres y Abuelas de Plaza de Mayo tuvieron un rol protagónico. Ninguna se imaginó que este espacio se sostendría por casi cuatro décadas.

Se trata de uno de los hechos políticos más creativos, transversales y heterogéneos. Esta vez es el primero en un ciclo también distinto de todo: el primer gobierno liberal libertario del planeta que ha desmantelado políticas públicas contra la desigualdad, la institucionalidad de género y ataca, sin pausa, a las feministas.

“Estamos en un momento de profunda resistencia. Es un contexto difícil para el movimiento feminista, así que hemos dado pelea a cada uno de los obstáculos que se nos han ido presentando para poder garantizar este encuentro. El gobierno nacional y el presidente Javier Milei profesan discursos de odio y han puesto a las mujeres y las diversidades en el centro de sus odios”, describe Andrea Batalla, integrante de la Comisión Organizadora (CO), a Letra P.

En el cronograma oficial figuran 102 talleres que se dividen en 16 ejes distintos que incluyen “Defensa de la Salud”, “Trabajo y desocupación”, “Derechos y reivindicaciones en el deporte” y “Coyuntura sociopolítica y económica”, entre otros. Los talleres se desarrollan en distintas aulas de escuelas y facultades. Cada espacio tiene una coordinadora cuya tarea es ordenar el debate y garantizar que todas las voces puedan escucharse. También se eligen secretarias que registran todo para armar las conclusiones, que son entregadas en el siguiente encuentro.

El desafío de Jujuy como sede

Jujuy ya fue sede del Encuentro dos veces: en 1995 y 2006. Esta es la primera vez que será anfitriona tras la ampliación cuantitativa del movimiento después de Ni Una Menos de 2015 y la marea verde de 2018, hitos en los que la participación en este espacio creció exponencialmente. La provincia es considerada por el movimiento, al menos desde 2016 con la detención de la lideresa Milagro Salay la desarticulación de su organización social Tupac Amaru, un laboratorio en materia de represión social y política. Las reivindicaciones de los pueblos originarios de la provincia y la defensa de los recursos naturales locales como el litio serán protagonistas de este Encuentro.

La Comisión Organizadora (CO) se viene reuniendo desde diciembre del año pasado, después de que en Bariloche se decidiera a través de la metodología del clamor popular por aplausos que la capital jujeña fuera sede este año. “Para la provincia es importante, porque visibiliza la represión, la violencia y también las demandas que atravesamos durante el jujeñazo del año pasado. Además, muchos años encabezamos la tasa de femicidios”, sostiene Perla Quispe, de la Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario CAAC “Ángel con amor”.

 

En la CO participan alrededor de 250 personas que tuvieron 16 reuniones plenarias para garantizar que suceda el 37 Encuentro y todo se desarrolle como lo planearon. Las anfitrionas se dividieron en distintas subcomisiones de trabajo: Finanzas, Cultura, Comunicación, Interior y Organización. “Es un evento que tiene características muy particulares. El tema del alojamiento en piso para las personas que llegan se articula con el Estado provincial, con las escuelas se gestiona el pleno funcionamiento de los talleres y también las instalaciones de las facultades de la Universidad Nacional de Jujuy”, explica Batalla.

Un espacio de resistencia contra el gobierno de Javier Milei

La Comisión Organizadora también convocó durante todo el año a una serie de actividades para juntar dinero. Si bien la inscripción no es obligatoria, el aporte económico voluntario es una de las formas de garantizar la realización del encuentro a través de la autogestión.

Las actividades comenzarán este viernes 11 de octubre con un acto de apertura y la inscripción de participantes en la Plaza 19 de Abril. También incluirá una marcha en contra de los femicidios, travesticidios y transfemicidios. El sábado se desplegarán los talleres, las actividades culturales y se llevará a cabo la tradicional marcha del Encuentro. El domingo será el cierre, momento en el que se elegirá la próxima sede.

En un contexto nacional y local extremadamente hostiles, el 37° Encuentro se configura en sí mismo como un lugar de resistencia y llamado a la acción. De este espacio saldrán los lineamientos para los próximos años que, seguramente, encontrarán al movimiento feminista con uno de los escenarios más desafiantes desde el regreso de la democracia.

 

Fuente: nodal.am

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